Blog

Dejar huella

Dejar huella

Ene 19, 2016

Es evidente que lo construido marca el lugar, lo acota y define, por lo que su rastro es plausible y permanente en el tiempo, la masa de lo edificado puede ser incluso palpada. No es una huella, no es el vestigio que alguien o algo ha dejado allí, sino la presencia duradera de lo construido. Pero además la arquitectura también deja huellas allí por donde pasa, al igual que lo hace el pie al caminar por el territorio. Una huella anuncia, da pistas de la ausencia de una presencia, y esa presencia ausente es el vacío. Al entrar en la Piazza de Jacopo Della Quercia de Siena el visitante atento tendrá una sensación extraña, contradictoria. Llamativamente a pesar de encontrarse en un exterior, ciertos detalles y rastros le indicarán la existencia de un antiguo interior. Como si el espacio urbano se hubiese vuelto reversible y se le hubiese dado la vuelta como un calcetín. En el suelo de la plaza permanecen en piedra blanca los arranques cruciformes de unos pilares. Las fachadas de las edificaciones que conforman la plaza han absorbido columnas y arcos que parecen los vestigios de una gran construcción que no encaja con la escala actual de lo allí erigido. Ese vacío urbano es el legado de una arquitectura fallida, de la ampliación interrumpida de la catedral de Siena, debido a la peste negra que paralizó la ciudad en 1348. La nave actual iba a convertirse en el crucero de un templo tres veces mayor, en la que la Piazza de Jacopo Della Quercia sería la futura nave central. Las huellas están ahí para quien quiera verlas, al igual que lo están en la plaza del Seagram Building en el 375 de Park Avenue. Mies van der Rohe retranqueó la torre, dando una lección y una oportunidad al urbanismo de New York. A cambio de incentivos para los promotores en la zonificación urbana, se creó esta plaza que construye un espacio público en propiedad privada. Allí están los trazos de esta decisión, incrustadas en la acera unas placas de bronce delinean los límites de la propiedad. Son las huellas de un vacío proyectado por Mies, son las pistas para aquellos que quieran seguir el rastro de la...

Read More
Ensamblar

Ensamblar

Ene 13, 2016

Ensamblar es por definición la acción de unir piezas o partes, e implica la irrenunciable aparición de una junta. Con frecuencia es la expresividad de la junta la que hace legible y comprensible la arquitectura, pues es allí donde han quedado registrados los datos en los que se fundamenta la construcción. Para el ojo del constructor experimentado es en la junta donde se entiende el carácter de cada pieza y la relación entre las partes. Es allí donde éstas se complementan, subordinan o incluso se oponen, porque en realidad hay juntas para todos los gustos. Antes los edificios se construían; se formaba una pieza, una masa única. Hoy a menudo se ensamblan. Frente a trabajar y terminar los materiales in situ, la arquitectura del montaje implica la necesidad de componentes preformados en taller que en obra son colocados y ajustados, pero con nula transformación de la pieza en el lugar. Este sistema constructivo, genera por tanto un mundo de juntas, un mapa que muestra a base de pequeñas cicatrices cómo las piezas se unen conformando poco a poco un todo que resuelve la arquitectura. Pero juntas las hay de muchos tipos, soldadas como las de un barco que no deben tener ni un poro para ser así impermeables, o las hay como las de Carlo Scarpa, que son juntas de separación y no de unión. Las diferentes fases de construcción quedan expuestas mediante cortes. Las escaleras nuevas flotan por encima de los viejos suelos, mostrando que no pertenecen a aquel mundo anterior y que en cualquier momento pueden ser retiradas sin alterar el original. Los pasamanos de las barandillas se acercan sin tocarse, separados por exquisitas piezas metálicas, narrando en cada junta el proceso de la construcción. Y es que para Carlo Scarpa la junta es un adorno arquitectónico en el que reconocer el proceso que se ha seguido para ensamblar la...

Read More
la forma deformada

la forma deformada

Feb 23, 2015

En un primer vistazo algo no encaja, pero por contra, el conjunto irradia un magnetismo atrayente. Jean Prouvé construyó junto a Charlotte Perriand este prototipo para el Salón de Artes Domésticas frente al Grand Palais de París. Tiempo después fue desmantelado, pero aún se conservan algunas imágenes y esquemas. Diseñada para trabajadores del petróleo radicados en el Sahara. La Maison Saharienne de 1938, podría resumirse como una gran cubierta, que cubría dos cabinas, una para dormir y otra para vivir. La cubierta parasol parece apoyarse en unos leves pilares, pero son demasiado livianos para soportar compresión alguna, ademas de presentarse en ángulos, que desde luego no parecen responder a la gravedad. Eso es lo que no encaja. La lámina de la cubierta parece describir una curva aleatoria, banal, pero lo cierto es que describe su propia deformada. Apoyada únicamente en las vigas centrales, la cubierta se flecha hasta alcanzar el equilibrio que su propia deformación establece, así que Prouvé introduce esos pilarillos laterales a modo de estabilizadores, de tensores o fijaciones, que con el mínimo esfuerzo posible se oponen al viento, que quiere sacar la lámina de la cubierta de su monótona estabilidad. Al fin y al cabo, Prouvé y Perriand únicamente reinterpretaron el lenguaje oculto de la forma de las jaimas tradicionales del Sahara....

Read More
entre medianeras

entre medianeras

Ago 8, 2014

Uno de los primeros ejemplos de la resaca dejada por Mies van der Rohe en la ciudad de Nueva York es la Rockefeller Guest House, obra de Philip Johnson, construida en 1950. Diseñada para Blanchette Rockefeller Hooker, la casa fue elogiada en su momento por la crítica, dada su sencillez y sobriedad. La casa fue concebida principalmente, como un lugar para las reuniones sociales, y como una galería de arte moderno para mostrar la colección de sus propietarios. Su diseño se basa en gran medida en los bocetos de Mies para los edificios del campus del IIT. Diseñado en un momento en que Johnson estaba diseñando principalmente residencias privadas, la casa de huéspedes utiliza no sólo el vocabulario arquitectónico de moda  del momento, sino también las proporciones que iba a utilizar en futuras residencias como la Hodgenson House o la Oneto House, ambas con puertas de entrada y ventanas idénticas a la fachada y a los huecos que Johnson utiliza para encerrar el pequeño patio en el Rockefeller Guest House. A finales de 1940 y principios de 1950, Johnson había construido sólo estructuras de un solo piso, y por lo tanto cuando se enfrentan con el dilema de cómo diseñar una fachada con una segunda planta, reconvierte los bocetos Mies van der Rohe, y plantea un segundo piso casi enteramente de vidrio. La relación entre este diseño y el de la Casa Wiley es evidente, si se considera que ambos tienen un zócalo de piedra o ladrillo rematado con un segundo nivel de vidrio. Esta división entre los pisos también permite la separación de las funciones públicas y privadas. La casa se resume como una habitación amplia. El espacio de la sala de estar cuenta con paredes de ladrillo blanco y con luminarias diseñadas por Johnson. El patio que divide el dormitorio del salón principal, sirve como espacio de desahogo de la planta y ayuda a complementar la sencillez del esquema construido entre medianeras.  ...

Read More
ascensor LBB_U

ascensor LBB_U

Jun 13, 2014

 1ºPremio en el concurso de ideas de ascensor público urbano  entre el barrio de Latsunbe Berri y la calle Urbieta. Hernani Hernani. Latsunbe Berri Auzoa eta Urbieta Kaleen arteko hiri igogailuaren ideia lehiaketaren 1.Saria      ...

Read More

Frank Gehry diseñó y remodeló en el año 1978 un viejo bungalow de 2 pisos y 60 años de antigüedad en California, para adaptarlo como su casa familiar. Gehry tenía unos 40 años, se había divorciado de su primera mujer, y acaba de arrancar con su propio estudio de arquitectura. Vivía en un pequeño apartamento con su nueva esposa, Berta, y su hijo, Alejandro. Cuando Berta se quedó embarazada de Sam, los Gehry decidieron que necesitaban una nueva vivienda. «Le dije a Berta que no tenía tiempo para encontrar una nueva casa. Nos gustaba Santa Mónica. El agente inmobiliario encontró este bungalow de color rosa en una esquina, que en ese momento, era la única casa de dos pisos en el barrio. Podríamos haber vivido en lo que era. La parte de arriba era lo suficientemente grande para nuestro dormitorio y un cuarto para el bebé. Pero se necesitaba una nueva cocina y el comedor era tan pequeño como un armario.» Contrariamente a la creencia popular de que el diseño fue aleatorio y planeado durante la marcha de los trabajos de construcción, la  reforma fue totalmente planeada y detallada por adelantado. No obstante, la impresión material y formal que la casa sugiere en primera instancia es la de una obra aún en construcción, como si la casa estuviera sin terminar. La casa original es reducida a su marco esencial, gran parte de las paredes interiores fueron eliminadas. Una crujía completamente nueva, envuelve las fachadas noreste y noroeste del edificio original. La cocina se encuentra en esta nueva banda al oeste con suelo sencillo de asfalto, mientras que la sala de estar es en el centro de la casa original ahora separado de la fachada, por la cocina. Un marco de cristal angulado, construido con montantes de madera crea una gran ventana sobre la cocina, de modo que la luz invade ésta y a su vez llega hasta la sala de estar. El fuerte sol de California ofrece luz más que suficiente para llenar ambas habitaciones. La construcción utiliza materiales baratos, inéditos en la construcción residencial, si se quiere indignos para el habitar, pero sacados de su contexto. Esto le otorga al edificio una condición misteriosa y experimental. «Mi casa no se podía construir en cualquier lugar, pero en California, debido a su clima, se podía hacer con un solo cristal. Y yo estaba experimentando con los materiales que se utilizan aquí. Tampoco es una técnica de construcción cara. Decidí usarlos para aprender el oficio, para tratar de averiguar cómo usar esos materiales, esa fuerza.” En toda la construcción lo viejo y lo nuevo se van maclando, haciendo que en la lectura final, no sea sencillo diferencias las diferentes historias de cada parte de la casa. Gehry ha creado un mundo en una casa existente, que desdibuja totalmente los límites y los roles de la planta original.  En el fondo es un trabajo que se mueve en los límites difusos entre lo construido y lo de-construido. Tiene tanta importancia en...

Read More